EL PRIMER VIAJERO
Bernal de Conil es un muchacho de trece años cuando embarca en La Pinta, recomendado como paje de Martín Alonso Pinzón por un fraile de La Rábida. Corre el año 1492 y un genovés llamado Colón comandará la aventura de cruzar la Mar Océana. Al otro lado del mundo, un indio taíno de la misma edad llamado Cái, hijo de cacique, sueña con los hombres “de pelo en la cara” que han de venir y ayudar a su pueblo frente al pillaje de una tribu hostil.
Bernal y Cái participan en los primeros contactos entre ambos mundos. Vivirán grandes aventuras con los caribes, los caimanes, la cacique poetisa, los amores imposibles, el oro. Su tesón en el rescate de la bella Taicara, fraguará una amistad para toda la vida.
DOS ESPAÑOLAS
Al regresar a la Península, Bernal se ve envuelto en la preparación del segundo viaje. Para ello, el archidiácono de la catedral de Sevilla, don Juan Rodríguez de Fonseca, cuenta con el hábil e irrepetible escribano Bartolomé de Alcaudiel, su hermosa hija Catalina y el propio Bernal.
Después de enfrentarse a los espías de Portugal, llegarán la Mar Océana, la fundación de La Isabela, epidemias, rebeliones y la primera batalla campal del Nuevo Mundo. Catalina de Alcaudiel, Alonso de Ojeda, Caonabo, Cristóbal Colón, Nicolás de Ovando, Anacaona… Una galería de personajes inolvidable irá cimentando el esplendor español en esta punta del reino.
LAS TRES PERLAS
Cuando la isla Española se pacifica, la fiebre expedicionaria se extiende Caribe adentro. Los grandes nombres de la conquista viven en Santo Domingo, soñando con fama y fortuna: Alonso de Ojeda, Juan Ponce de León, Diego Velázquez de Cuéllar, Vasco Núñez de Balboa, Francisco Pizarro, Hernán Cortés…
Bernal de Conil, con el corazón roto por amor, se embarca con su ahijado, su amigo Ojeda y el fiel Garcés en la exploración de Tierra Firme. Conocerá Puerto Rico, Urabá, el Darién, el Mar del Sur, Acla y La Habana. Entre tanto, el taíno Cái entra de nuevo en escena, convertido en un jefe guerrero cada vez más acorralado.
En un permanente juego del escondite, sus destinos se cruzan sin tocarse, coincidiendo con personajes claves de la historia de la conquista. Tanto él como Bernal saben que están condenados a encontrarse tarde o temprano, desde posiciones enemigas. Sólo un secreto inesperado puede evitar que se maten el uno al otro.
