A continuación transcribimos la entrevista que se hizo a los autores en el diario digital Mundiario.com
El primer volumen de una serie que recorre con ritmo único uno de los periodos más apasionantes de la historia universal, la conquista de América. Documenta David Martos, escribe Fernando Marañón.
En septiembre ha llegado a las librerías Mares Nuevos, el primer volumen de la serie Bernal del Nuevo Mundo, una ambiciosa trilogía histórica magníficamente documentada por David Martos y escrita por Fernando Marañón que nos sumergirá en la historia de la conquista de América.
El primer volumen de una serie que recorre con ritmo único uno de los periodos más apasionantes de la historia universal, la conquista de América, fiel a cuantos hechos se conocen de ella, viajando en el tiempo junto a sus protagonistas, disfrutando de la historia, inmersos en aventuras, intrigas, descubrimientos, amores y desengaños, en busca de fortuna de la mano de Bernal de Conil, un chico que se embarca en La Pinta, unas de las tres embarcaciones comandadas por Cristóbal Colón que cruzarán la Mar Océana hasta el otro lado del mundo.
El lector acompañará a Bernal y sus compañeros a lo largo y ancho de la geografía de las Indias, donde conocerá a Cái, un joven taíno, con el encuentro de ambos mundos dará comienzo una epopeya que marcará un punto de inflexión en la historia.
LOS AUTORES
David Martos, (Madrid, 1969). Investigador y apasionado de la historia de la América Española, uno de los principales divulgadores online del periodo de la Conquista de América a través de su blog que es referencia, www.historiadelnuevomundo.com. Un espacio que fundó y administra él mismo. Reside desde hace años en Santo Domingo, República Dominicana.
Fernando Marañón (Madrid, 1968). Director creativo de una agencia de comunicación especializada en Cuba, a la que viaja con gran frecuencia, es por vocación escritor y dibujante. Ha publicado Circo de fieras (2004, reeditada en 2010), Tiene delito (2006) y Gilda en los Andes (2017), entre otras. También ha colaborado en obras colectivas y de encargo. Ha ilustrado libros de Grijalbo y Santillana y escrito en revistas de todo tipo (Nickel Odeon, Más Galicia, Qué leer, Singular, Kobe, Gastroplanet, etc). Fue durante ocho años comentarista cultural en Cadena SER, Telemadrid y Onda Cero.
En MUNDIARIO ya entrevistamos a Fernando Marañón con motivo de la publicación de su anterior novela, Gilda en los Andes, puedes leer aquella entrevista pinchando AQUÍ.
– ¿Cómo surgió la idea de crear la obra literaria “Bernal del Nuevo Mundo”?
– Fernando: La idea fue de David. Le encantaba el periodo hasta tal punto de convertirse en un estudioso del mismo. También en divulgador, a través de su blog www.historiadelnuevomundo.com. Me trasladaba a la menor ocasión que las novelas llegan más lejos que los documentos, que esos parecen reservados solo a los expertos. Total, que me lio.
– David: Se resistió durante años, pero ha acabado enganchándose (ríen). La idea de crear una novela histórica que abarcase la conquista de América me vino porque hice un rápido análisis de qué obras había publicadas sobre el tema y vi que la mayoría eran sobre un tema o hecho muy concreto y, si algún autor o colección se extendían más, lo hacían de forma inconexa y aislada, por lo que no presentaban un relato global como se merece este evento. Entonces pensé que sería muy interesante crear algo que abarcase de forma unitaria toda la conquista y con un testigo único como es Bernal, algo así como unos “Episodios Nacionales” de la conquista de América, al estilo de los de Galdós sobre el siglo XIX, sin querer ser pretencioso. Se lo propuse a Fernando y aquí estamos.
– Esta obra, enmarcada en novela histórica, ¿es realmente una invitación a conocer historia o a vivir unas aventuras ficticias con unos personajes de ficción como en cualquier pura novela?
– Fernando: Es ambas cosas. Se trata de que la gente conozca la historia sin tener la impresión de que está clavando codos para aprenderla. No, eso suena aburridísimo. Y aquí se pretende lo contrario: vamos a divertirnos, aunque de paso ampliaremos conocimiento sobre un periodo apasionante, no solo de la historia de España, sino de la humanidad. Todo aquello cambió la concepción del mundo.
– ¿Qué es más complicado, hilvanar una aventura dentro de un marco histórico que comprende unos hechos documentados o donde todo es ficción y podemos tomarnos las licencias históricas que queramos, si es que lo hacemos?
– Fernando: Cada forma de contar tiene sus pros y sus contras. Si te limitaras a narrar Historia harías una simple crónica, pero si dejas a la imaginación dueña y señora de todo puedes meter unas morcillas importantes. La ventaja de utilizar ambas vertientes es que se consigue cierto equilibrio. Además, en este periodo el material real ya es de por sí novelesco, hasta increíble en muchos casos: el Teide en erupción, el Mar de los Sargazos, los peces voladores, los caribes caníbales, el fuerte Navidad… solo el primer tramo del volumen, ateniéndose a lo que se conoce, destila aventura. Cuando lo inventas todo puedes tener más libertad, pero tienes que inventarlo TODO. Y lo que suele acabar pasando es que el autor de ficción pura se inspira a menudo en hechos reales que adapta a su trama. Aquí hacemos lo contrario: adaptar la trama a los hechos reales.
– El marco histórico donde se desarrolla la obra es un poco complicado quizás de tratar sin molestar a nadie, ha cobrado gran actualidad y es un periodo discutido como pocos y puede generar distintos puntos de vista que alimenten la leyenda negra o la leyenda rosa, ¿os ha generado preocupación este hecho a la hora de desarrollar y escribir la novela?
– David: El problema es la politización de la historia. Algunos políticos han visto una mina en la historia de la conquista de América para utilizarla como victimización y apoyar y justificar sus reivindicaciones actuales por unos hechos ocurridos hace 500 años. En esta novela y en la construcción de su marco histórico me he basado en las crónicas de Indias y en estudios serios recientes, sin ningún tipo de miedo a qué dirán. Si la historia lo dice poco me importa que alguien se moleste, si se molesta es su problema, no el nuestro, ni el de la historia.
– ¿Cómo ha sido el proceso creativo entre escritor e historiador? ¿Cómo habéis coordinado vuestras respectivas labores?
– Fernando: Digamos que David traza cada ruta que vamos a seguir en el mapa de la conquista; es, además –por decirlo en el lenguaje de la obra-, el rey que da las capitulaciones y el armador que pone el barco, la tripulación, el alimento y las armas.
– David: Luego Fernando toma el timón y pilota la nave por aguas desconocidas. Vamos, que lo va contando y le añade personajes y aventuras de su propia cosecha. Es quien tiene que convertir los datos en novela, conmigo manteniendo a raya su calenturienta imaginación y mandando refuerzos cuando los necesita. Mientras él escribe, yo me ocupo de suministrarle cuanto necesite sobre hechos concretos, costumbres interesantes, vestimentas, dietas, anécdotas verídicas de la época que puedan apuntalar su ficción.
– Fernando: Eso es lo difícil y lo divertido: trenzar la verdad de los hechos con lo imaginado. Es pasar de “esto es lo que sucedió” al “pudo suceder así”.
– A este episodio de la historia lo llaman “El Descubrimiento de América” y también “La Conquista de América”, para vosotros ¿cuál os parece más acertado?
– David: Descubrimiento y conquista son distintos procesos. El proceso de descubrimiento no fue solamente el ocurrido en 1492, sino que posteriormente continuaron las expediciones que fueron descubriendo el resto del continente a ojos de los europeos: en el viaje de Colón se descubrieron gran parte de las islas caribeñas, para luego otros navegantes continuar descubriendo la costa centroamericana y el resto del continente. Del descubrimiento en sí se pasaría a la conquista
del territorio descubierto y explorado, produciéndose según el lugar distintos tipos de conquistas: más violentas o más pacíficas en función de las circunstancias del lugar, pero la constante fue llegar al lugar, buscar alianzas con los nativos y tratar de negociar con los que no se aliaban. Si no se llegaba a un acuerdo se desataban los enfrentamientos y el que vencía se hacía con el poder y el territorio.
– Esta obra literaria, ¿con qué lector conectará mejor, con el español, el latinoamericano o pensáis que con ambos por igual?
– Fernando: Esperamos que con todos. Aunque el narrador sea el español, cuenta el pasado de todos, puesto que ellos y nosotros somos fruto del encuentro de ambos mundos. Pero si vamos al aprecio de lo precolombino que predomina en América, también hemos tenido muy en cuenta la mirada indígena en la saga. Digamos que hay un personaje tan protagonista como Bernal nacido en “Las Indias” antes de que los españoles lleguen allí. Serán amigos y enemigos a lo largo de la serie, según toque en cada momento.
– David: lo que se narra en esta serie es la historia común de ambos lados del océano por lo que espero y deseo que conecte con ambos por igual.
– Juan Laborda Barceló, escritor y doctor en historia es quien escribe el prólogo de Mares Nuevos, ¿por qué lo habéis elegido a él?
– Fernando: Es profesor de Historia, escribe en publicaciones especializadas, pero además es un excelente novelista. Es decir, que brilla en las dos facetas que nos interesan en este caso. Además, es un gran tipo, no hay más que leer su prólogo para darse cuenta (risas).
– El protagonista indiscutible es Bernal, de Conil, un pueblo gaditano a orillas del Atlántico, ¿es ese el origen del protagonista por algún motivo en especial?
– Fernando: Estaba claro que tenía que ser andaluz, nos facilitaba ir directos al grano, cómo se embarcaba, con quién. En cuanto a Cádiz, ya sabes que me gusta que los protagonistas sean de Cádiz, no sé, es como un talismán. Hitchcock salía en sus pelis y Cádiz sale en mis novelas. Conil era perfecto: marinera, pesquera, con historia… Y luego lo bien que suena el nombre ¿no?: Bernal de Conil.
– En este primer volumen Bernal es un chico de unos 13 años, ¿es pues esta novela apta para recomendar su lectura a chicos menores adolescentes?
– Fernando: La primera parte del libro especialmente, creo que podría leerla un chaval de trece o catorce y disfrutarla mucho. Es muy aventurera, sencilla de seguir, con un lenguaje muy asequible. Después, el texto crece con el personaje, pero sin pasarse (espero). Yo ensayé con una hija de quince años la accesibilidad del “libro primero” (primera parte de Mares Nuevos) y aprobamos con nota.
– David: Viendo como en los planes educativos modernos restringen cada vez más el estudio de la historia y de algunos de sus episodios más interesantes, creo que los padres de esos adolescentes deberían de proporcionarles esta novela para asegurarse de que sus hijos están recibiendo la información adecuada de un hecho tan impresionante como es la Conquista de América, por lo que sí, esta novela es muy apta y muy recomendable para una educación histórica de la juventud actual y de lo que no es la juventud también.
– Esta novela que llega, Mares Nuevos, es la primera de una trilogía, ¿no convierte en arriesgado a este proyecto el ser concebido como una trilogía?
– David: Hay mucho que contar, hacerlo en un solo tomo era inviable. Afortunadamente, lo más destacado (lo más sonado también), sucede en un rango de tiempo de unos sesenta años. Aunque para mí es apasionante toda la historia hispanoamericana, siglo a siglo. Pero la llegada, la expansión por el Caribe, la conquista de México y Perú… todo eso sucede en un tiempo razonable. No para una sola novela, pero para una serie de esta extensión sí.
– Fernando: Y estoy yo para tachar (ríe)
– ¿Cuándo está previsto que llegue el segundo y tercer volumen?
– Fernando: Vamos a toda vela, la idea es que en un año como mucho salga la siguiente entrega. Ya está casi lista.
– ¿Cuál ha sido el mayor reto a superar desde desarrollo y creación a la publicación de Mares Nuevos?
– David: Convencer a Fernando de que el proyecto era magnífico, realizable e ilusionante. Y lo mejor es ver que el fruto está siendo mucho mejor de lo que en un inicio pensé.
– Fernando: Convencer a David de que hay detalles históricos que solo le importan a él.
– Fernando, tu anterior novela, “Gilda en los Andes” es un auténtico homenaje al mundo del cine y como gran cinéfilo que eres tengo que preguntar, ¿es Mares Nuevos una novela cinéfila? Es decir, adaptable al cine, …o serie, ya que estamos en la era de las series.
– Fernando: Bueno… ¿hay algún productor en la sala? Bromas aparte, todo lo histórico tiene una potencia visual digna de llevarse a la pantalla. Los escenarios, las vestimentas, los paisajes, los barcos, la acción… Pero es algo caro de hacer, si se quiere hacer realmente bien. Cuando se comparan los presupuestos de la épica anglosajona con lo poco que se intenta en el mundo hispanohablante en un tono similar, pues salimos perdiendo por goleada. Ya antes de entrar en la manera de enfrentarse al resultado. Los anglosajones no parecen tener ningún complejo con sus asuntos del pasado. Nosotros sí.
– La novela en formato físico cada vez parece tenerlo más complicado, pero no se puede negar que su encanto supera con creces a la novela en formato digital y por ello es que se resista a desaparecer, ¿creéis que llegará pronto el día en que se deje de editar novela en formato físico?
– David: a mí me gusta el formato papel, pero si te soy sincero cuando estoy leyendo en papel a veces echo de menos eso de seleccionar el texto y llevarlo a un buscador o ir a una cita interna con un solo click sin tener que buscarla manualmente. En lo práctico, lo digital gana por goleada, pero en papel la verdad que mantiene su magia…
– Vosotros ¿sois de leer novela en papel o en libro electrónico?
– Fernando: Papel
– David: Ambos, y el podcast y audiolibros van ganando terreno…
– ¿No creéis que hoy día con tanta oferta de entretenimiento ante tanta pantalla de tan distintos tamaños, tanta plataforma digital con películas y series a porrillos, la lectura de una buena novela se hace cada vez más difícil?
David: En el caso de la novela histórica, yo creo que el que le gusta este género, aunque tenga ofertas de otros muchos tipos de ocio sigue leyéndola con placer y devoción. Leer novela histórica no es simplemente leer o entretenerse, es viajar en el tiempo y en el espacio dentro de tu propia mente, es despegar y volar y esta experiencia es personal e imposible de ser sustituida por cualquier otra oferta visual.
Fernando: Estoy de acuerdo, pero solo en parte. El recientemente desaparecido Jesús Quintero hablaba de que nunca hasta ahora se había presumido de no abrir un libro. Que “los analfabetos de hoy son los peores, porque saben leer y escribir, pero no ejercen”. No sé si eso tiene que ver con el crecimiento exponencial de otras fórmulas de ocio aparte de la lectura. Quizá no esté relacionado. Lo que sí es evidente es que la multiplicidad de opciones hace que le dediques menos a cada una. Y la pantalla tiene un plus de atractivo, te lo muestra, no tienes que tomarte la molestia de imaginarlo. Hasta parece que las series han sustituido a los libros y muchos libros sueñan con convertirse en serie (para amplificar su éxito, claro). También es cierto que los lectores de novela histórica son especie un poco aparte.
– Estáis con las presentaciones de “Mares Nuevos”, de momento habéis presentado el pasado 10 de octubre en Madrid y presentáis el próximo 4 de noviembre en Conil de la Frontera, la primera en la capital, donde vive Fernando y la segunda en el pueblo de Bernal, el protagonista, en Conil de la Frontera, ¿haréis más presentaciones en lugares ligados a la novela?
– La idea es pasar por Salamanca, Barcelona y Sevilla también, pero el sueño más ambicioso es presentarla en Santo Domingo y La Habana, La Española y Cuba. Hay posibilidades y las vamos a apurar todas.
El 4 de noviembre, presentación de Mares Nuevos en Conil de la Frontera (Cádiz), en el espacio cultural La Chanca, en la Nave de la Sal a las 19:00h, con el escritor, Fernando Marañón y el documentalista de la obra, David Martos. Próximamente más fechas de presentaciones en otras ciudades, con más información en https://bernaldelnuevomundo.com/ @mundiario
Colaborador.
El autor, SEBASTIÁN FERNÄNDEZ, bloguero y colaborador de MUNDIARIO, es amante de la música, del cine y de las nuevas tecnologías. @mundiario