Querido lector y amante de la novela y de la historia, es decir, de la novela histórica:
Cuando empezamos a trabajar sobre este período, complejo y discutido como pocos,
fuimos conscientes de que la obra podría ser acusada, desde distintos puntos de vista, de
alimentar la leyenda negra o la leyenda rosa.
La conquista de América, un hecho de hace 500 años, ha cobrado gran actualidad por su
uso indiscriminado en rencillas ideologizadas, que son las peores. Por eso, según la
postura política que se ostente, cada uno puede manifestarse a favor de unos o de otros,
como si de un partido de fútbol se tratara.
Si no se critica a los españoles, se corre el riesgo de ser etiquetado como defensor de la
leyenda rosa y, en el caso contrario, como defensor de la leyenda negra. Naturalmente,
con el fervor o el descrédito hacia la población indígena sucede otro tanto. En resumen,
que el asunto puede derivar en un galimatías difícil de gestionar si se ama la historia sin
apriorismos.
La saga «Bernal, aventuras en el Nuevo Mundo» ha sido escrita utilizando como base
las crónicas de la época y trabajos de historiadores actuales. Nos hemos ceñido al
máximo a esta documentación, dando margen también a la ficción literaria, como es
lógico cuando hablamos de novela. No obstante, la estructura principal de la narración
se sustenta sobre hechos y datos fieles a la historia conocida.
Muchos dirán que hay leyenda negra, porque mostramos con su real crudeza lo que es la
guerra y la muerte que ocurrieron durante la conquista de América, ejercida tanto por
los españoles como por los nativos. Así pasó, así lo contamos. Pero también habrá
quienes perciban leyenda rosa, porque en muchos momentos de la obra los exploradores
y conquistadores españoles parecen buena gente y amables con los nativos, o viceversa.
Pero es que no todos los españoles eran malignos, ni todos los españoles eran buenos,
había de todo, como en cualquier grupo humano. Igual sucedía entre los pobladores
originarios de América. Cuando unos u otros fueron amables, lo fueron, y cuando
fueron brutales también lo fueron y así hemos tratado de reflejarlo.
A estas alturas, todos ellos son – a su manera– leyenda. Pero ésta no necesita pintarse de
un solo color: en cualquier tiempo y lugar, América bien puede presumir de su colorido
inagotable.
Un cordial saludo
No hay conquista «amable» y partiendo de esta realidad bien conocida por todo lo que la historia nos ha dejado, no se por qué el intento de muchos de teñir esta conquista de rosa, pues seguramente fue mas bien negra, de todos modos, según los estudios de la historia de los indígenas de la época, queda claro que la vida allí no era precisamente de color rosa, como en ningún sitio por entonces desde luego, pero puede que allí tuviera un puntito algo mas negro y salvaje, entre sacrificio y ofrenda.
No digo con ello que la llegada de los españoles fuera una bendición, pues como decía al principio, aquello fue una conquista.
Así que si en la novela se muestra pinceladas negras y también rosas a mi me parece perfecto, siempre tratando de reflejar situaciones que pudieran ser reales, pues seguro que entre tanto momentos malos, se colaría alguno bueno, entre tanto villano, se colaría algún héroe, o al menos sólo buena persona.
Aunque entrando en otro debate, tampoco es que a mi me entusiasme llamarlo «el descubrimiento de América», aquello ya estaba descubierto, fue descubierto por los primeros que vivieron allí, lo llamaran como lo llamaran, los europeos fueron a adueñarse de lo que ya tenia dueño, lo dicho, una conquista.
Pues así es, Sebastián, se trata de no caer en exageraciones, ni escrbiendo ni leyendo. Aquella era una época en la que el estado natural del hombre en el mundo era la guerra. Ahora, con las excepciones que se quieran, el estado natural del hombre (en especial del hombre lector) es la paz. Lo que entonces se veía propio del caso, para unos y para otros, hoy puede mirarse con horror.
Aún así, lo interesante de la saga de Bernal va más allá de los usos y abusos de quienes los protagonizaron. Es la aventura vital de llegar a un sitio donde todo parece posible, adaptarse, aprender, olvidar, amar, odiar, tenerlo todo, perderlo todo, sobrevivir… Creo que te gustará.
Por cierto, muchas ganas de leer la novela y conocer las aventuras vividas por Bernal de Conil.